La mente!

images.jpg

Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.” Romanos 7:25

 

¿La mente es tu amiga o enemiga? Cuando genera pensamientos negativos, al crear dudas en si mismo o desarrollar pensamientos inútiles, la mente hace con que uno pierda la noción de quien es realmente. La mente es tan poderosa que si se lo permite, te lleva muchas veces a cometer locuras. Recuerdo que en mi estado de anorexia cuando me comía un plato de broccoli sentía que aumentaba de peso instantáneamente. Iba directo al espejo y literalmente me veía más llena. SOLO POR UN PLATO DE BROCILI. Pueden creerlo? En ocasiones mientras iba en el carro me daban ataques de pánico. Sentía que me estaba asfixiando. Tenía que detener el carro y salir corriendo a buscar aire. Imagino que al igual que yo muchos de ustedes pasan por experiencias similares.

Aún hoy, mientras voy entrenando, los días de carreras largas comienzo a sentir cansancio; no físico, sino emocional. La mente intenta traicionarme haciéndome creer que soy floja o que no lo podré lograr. Rápidamente pienso en todos mis clientes. En sus batallas con las dietas y en las mejorías que han tenido a lo largo de su recorrido conmigo. Viene a mi mente una poderosa palabra que dice: “TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE” y es entonces cuando reafirmo que yo soy quien la domina, porque Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de dominio propio.

Al crear pensamientos positivos y sumergirnos en la presencia de Dios o invocar su nombre, la mente automáticamente provee el entorno ideal para progresar, y salir adelante. Aunque me tomó mucho tiempo el poder comprender esto y mucho más hacerlo parte de mi rutina diaria, doy fe de que SE PUEDE!

Te invito hoy a que te llenes de valentía y utilices el dominio propio para darle un “knock out”a tu mente. Toma el control!

 

Antes de que sea tarde!

 

index

El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’

Mateo 22:39

Si usted ama a una persona, dígaselo. Si está agradecido con alguien, dígaselo. Si admira una actitud o un atributo de alguna persona, dígaselo. Seamos generosos con nuestros afectos.

Hay veces que nuestro orgullo o el que pensaran de mi si me muestro vulnerable, nos lleva a no expresar nuestros sentimientos. He aprendido que es bien importante decir lo que sentimos y mas aún si es para edificación. No tengo miedo en decirle a una amiga :”que hermoso corte de cabello”o decirle a un mesero: “que gran servicio ofreciste, gracias”. En ocasiones las personas necesitan palabras positivas para sentirse bien con ellos mismos, dar el máximo en lo que hacen o simplemente para darse cuenta de lo valiosos que son para los demás.

Te invito a que reflexiones: por qué tenemos que esperar que alguien se muera o que sea demasiado tarde para pensar en lo que nos hubiera gustado decirle ?

Practícalo hoy: Llama a ese ser que tanto amas. Elogia a una persona que te encuentres en el camino, en el supermercado o simplemente a un familiar, amigo o hasta un vecino. Pero importante que lo hagas  con honestidad y sintiendolo de corazón. Verás el cambio que generas.

Dios te bendiga!