“Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.” Romanos 7:25
¿La mente es tu amiga o enemiga? Cuando genera pensamientos negativos, al crear dudas en si mismo o desarrollar pensamientos inútiles, la mente hace con que uno pierda la noción de quien es realmente. La mente es tan poderosa que si se lo permite, te lleva muchas veces a cometer locuras. Recuerdo que en mi estado de anorexia cuando me comía un plato de broccoli sentía que aumentaba de peso instantáneamente. Iba directo al espejo y literalmente me veía más llena. SOLO POR UN PLATO DE BROCILI. Pueden creerlo? En ocasiones mientras iba en el carro me daban ataques de pánico. Sentía que me estaba asfixiando. Tenía que detener el carro y salir corriendo a buscar aire. Imagino que al igual que yo muchos de ustedes pasan por experiencias similares.
Aún hoy, mientras voy entrenando, los días de carreras largas comienzo a sentir cansancio; no físico, sino emocional. La mente intenta traicionarme haciéndome creer que soy floja o que no lo podré lograr. Rápidamente pienso en todos mis clientes. En sus batallas con las dietas y en las mejorías que han tenido a lo largo de su recorrido conmigo. Viene a mi mente una poderosa palabra que dice: “TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE” y es entonces cuando reafirmo que yo soy quien la domina, porque Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de dominio propio.
Al crear pensamientos positivos y sumergirnos en la presencia de Dios o invocar su nombre, la mente automáticamente provee el entorno ideal para progresar, y salir adelante. Aunque me tomó mucho tiempo el poder comprender esto y mucho más hacerlo parte de mi rutina diaria, doy fe de que SE PUEDE!
Te invito hoy a que te llenes de valentía y utilices el dominio propio para darle un “knock out”a tu mente. Toma el control!